Hace poquito he terminado este otro libro, que lo mismo se lo pueden leer niños, jóvenes o adultos.
Es de lectura rápida, con un lenguaje bastante comprensible y accesible, puesto que está redactado en primera persona, y al fin y a la postee, es una niña de once años y tres cuartos la que nos cuenta su historia.
La novela transcurre en un pueblecito de la América sureña a finales del siglo XIX, donde la familia de Calpurnia, nuestra protagonista, se dedica al trabajo del campo y sobre todo, cultivo del algodón. Ella es la única chica entre seis hermanos, y viven todos con sus padres, su abuelo y tres empleados: la cocinera, Viola; Albert y SanJuanna.
Calpurnia es una chica despierta, inteligente e inconformista. Su madre, sus profesores y en general su época, la llevan indefectiblemente hacia una vida llena de bordados, clases de cocina, de piano, de saber comportarse y, en fin, todo lo que hace que una chica de buena familia pueda “cazar” un marido y ser una buena esposa. Todas esas tareas no se le dan muy bien a Calpurnia y no le gustan lo mas mínimo, se pregunta si existe algo mas para ella. El cambio y la evolución comienzan cuando empieza a relacionarse con su abuelito, naturalista aficionado, que la lleva de la mano en el proceso de aprendizaje sobre la naturaleza y la vida en general. Ello consigue que Calpurnia se dé cuenta de que existe algo más que ser la perfecta esposa y ama de casa, y desee el conocimiento y esa otra vida que su abuelo le muestra.
Toda la novela está redactada en un cuidado lenguaje, dando a cada personaje una forma de expresarse adecuada a sus características y personalidad, pero siempre desde el punto de vista de quien al final es la que nos lo cuenta: Calpurnia.